Escrito por Cecilio Panella
Los insultos del ministro de Transporte español, Oscar Puente, al presidente Javier Milei, y la durísima respuesta del gobierno argentino, desataron un conflicto diplomático sin precedentes entre España y Argentina.
A dos semanas del viaje de Milei a Madrid para participar de un mitin del ultraderechista partido Vox, este entredicho reaviva la pelea entre el libertario y el jefe de Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.
Todo arrancó el viernes, en un encuentro sobre comunicación y redes sociales en Salamanca, cuando Puente afirmó que “hay gente muy mala, que siendo ella misma ha llegado a lo más alto. Milei, por ejemplo”.
Y agregó que había visto por televisión al presidente argentino mientras estaba en campaña electoral “previo a la ingesta o después de la ingesta de vaya uno a saber qué sustancias”.
El exabrupto desató una inmediata y durísima respuesta del gobierno argentino.
A través de la Oficina del Presidente de la República Argentina, repudió “las calumnias e injurias formuladas por el ministro de Transporte”.
Además, subrayó que la gestión de Sánchez “tiene problemas más importantes de los que debe ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia”.
Además, Milei lanzó una serie de acusaciones contra Sánchez, entre ellas poner “en peligro la unidad del Reino” tras pactar “con separatistas”, poner en riesgo a “las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal de quienes atentan contra su integridad física”, y aplicar “políticas socialistas que traen pobreza y muerte”.
Todas críticas que la derecha y la ultraderecha española descargan sobre el gobierno del líder socialista.
Este sábado, a través de un escueto comunicado de seis líneas que el Ministerio de Asuntos Exteriores publicó en su web, el Gobierno de España “rechaza rotundamente los términos infundados del comunicado emitido por el Gobierno argentino, que no se corresponden con las relaciones de dos países y pueblos hermanos».
Sostuvo que “el gobierno y el pueblo español seguirán manteniendo y fortaleciendo sus lazos fraternales y sus relaciones de amistad y colaboración con el pueblo argentino”.
Lo curioso, o no tanto, es que el comunicado del gobierno socialista no hace referencias al agravio de su ministro que inició el conflicto.
Puente fue alcalde de Valladolid, capital de la comunidad autónoma de Castilla y León, y en noviembre de 2023 fue designado ministro de Transporte y Movilidad Sostenible. Siempre fue leal a Sánchez en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Y este domingo, en un gesto provocador, Puente redobló la apuesta y subió a sus redes un video en el que se habría basado para decir que Milei había “consumido”.
El amigo Abascal
Milei participará el 18 y 19 de este mes en un evento que organiza Vox. Estará en Madrid para apoyar a su amigo Santiago Abascal, de cara a las elecciones al Parlamento europeo de junio.
Pero no recibió invitaciones para ir al Palacio de la Moncloa (sede del gobierno español) ni al Palacio de la Zarzuela (donde tiene su despacho el Rey Felipe VI).
Milei volverá a Madrid en junio, para recibir el Premio del Instituto Juan de Mariana “a la defensa ejemplar de las ideas de la libertad”.
Por si faltaba algo, sumó su opinión el prestigioso escritor argentino (radicado en Madrid) Martín Caparrós.
“Si alguien insulta al dueño de una casa, ¿después se presenta en esa casa sin que nadie lo invite?”, cuestionó.
“En cualquier caso, si el señor Milei dice que España es tan horrible, ¿no sería mejor que no hiciera el terrible sacrificio de venir?”, agregó.
“Yo no sé de protocolos, pero ¿España no puede decirle que así no queremos que venga? Es pregunta”, sentenció Caparrós.
En tanto, desde la oposición derechista se utilizó el incidente diplomático con Argentina para fustigar a Sánchez.
Abascal opinó que los dichos de Puente “son de una gravedad extrema” y agregó que «la respuesta del presidente de Argentina es muy moderada«.
Por su parte, el presidente del conservador Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, dijo que «el señor Puente debería dimitir o ser cesado”.
En cambio, Irene Montero, referente de Podemos, aseguró que “a los fascistas como Milei se les para con más derechos”.
Enemigos ideológicos
Se sabe que el líder socialista español es amigo del expresidente Alberto Fernández, quien se metió en la polémica y cuestionó al Gobierno argentino con una sugerente frase.
Sostuvo que aunque Milei puede haberse molestado «no tiene razón para ofenderse tanto. Al fin y al cabo, como bien dijo un poeta español, ‘nunca es triste la verdad… Lo que no tiene es remedio’ (Antonio Machado)».
El año pasado, al impulso de la amistad con Alberto, Sánchez se pronunció sobre la política interna argentina.
Durante la última campaña electoral, apoyó con un video al candidato de Unión por la Patria: “Frente a la estridencia (por Milei), Sergio Massa representa la tolerancia y el diálogo«.
Una semana después del triunfo de Milei, Sánchez dejó otro concepto: «España es un país abierto y tolerante, feminista y ecologista, amante de la paz y la justicia social, en el que no van a prosperar ni Trump, ni Bolsonaro, ni Milei».
A todo esto, ayer el ministro del Interior argentino, Guillermo Francos, consideró «indignante» e «irresponsable» el exabrupto del funcionario español y deslizó que debería renunciar: «Si yo fuera el presidente, le pediría la renuncia».
En casi cinco meses de gestión, Milei ya acumula una nutrida lista de controversias diplomáticas.
Llamó “comunista y corrupto” a su par de Brasil, Lula da Silva; “ignorante” al mexicano Andrés Manuel López Obrador; y “asesino terrorista” a Gustavo Petro, presidente de Colombia.
Acaba de sumar a la lista a Pedro Sánchez y a España.
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