
El sociólogo destacó que la precarización laboral es la principal causa que establece las desigualdades que son agravadas por la inflación.
El sociólogo Carmelo Cortese afirmó que a “la pobreza y la desigualdad nadie las niega. El gran debate que hay que dar es sobre las causas que las genera”.
En declaraciones al programa “Malos Días” por FM UTN de Mendoza, dijo que a la pobreza hay que analizarla en términos cuantitativos y cualitativos”. Precisó que “el problema de fondo es la desigualdad que establece fenómenos relativos: unos, son pobres porque otros son ricos, carecen de lo que sobra a otros”.
Cortese indicó que “todavía hoy predomina la idea de culpar a las víctimas de lo que padecen. Hoy se les dice planeros, parásitos, vagos que prefieren vivir así” y que “en los medios hay una catarsis cuando aparece el informe del INDEC. Luego se los olvida o se los analiza a través de factores exógenos. Hay que analizarlo con factores propios de cada sociedad relacionados con las conflictivas relaciones de poder”.
Enfatizó que “lo que trato de hacer es una proyección de los números, los porcentajes del INDEC no se hacen sobre toda la población del país. Como los ingresos son fluctuantes no nos permite entender el problema multidimensional de la privación de una gran cantidad de derechos”.
Cortese destacó que “en la Argentina el 51% de los niños y adolescentes están en la pobreza. Si la franja etaria se toma entre los 12 y 16 años de ellos, el 53,4% son pobres”. Agregó que “acá no caben las sorpresas hipócritas de que en las escuelas aparecen las adicciones, el narcotráfico, la violencia o los abusos. Esto es porque la pobreza y la humillación incitan a salidas individuales o desesperadas”.
La salida no es Ezeiza
Cortese indicó que “para estos adolescentes no es lo mismo que para otros, de sectores de clase media, que tienen la opción de decir me voy del país». Añadió que “no hay administraciones de un signo político u otro que se salven de esto.
En partidos del Gran Buenos Aires dominados por el peronismo y en aglomerados urbanos como Mendoza o Corrientes gobernados por el radicalismo, también hay pobreza. Al igual que en el ‘Gran Córdoba’ del peronismo de Schiaretti”.
Cortese precisó que “entre 2016 y 2022 la pobreza ha castigado a entre 11 y 19 millones de personas. La dimensión es dramática. La inflación agrava las desigualdades, pero no es la causa. Si un 40% de los trabajadores tienen un empleo precario tenemos ahí a una de las principales causas de la pobreza”.
Más adelante, señaló que “el verso de eliminar los planes sociales, echar un millón de empleados públicos o privatizar las jubilaciones tendrían el efecto de aumentar la pobreza. Además, tiene un efecto disciplinador para los asalariados para que no reclamen mejores sueldos”.

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