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Reunión de antivacunas en el Congreso Nacional

Por Horacio Micucci

A modo de prólogo

Como si una máquina del tiempo nos trasladara a otras épocas, el día jueves 27 de noviembre, en el auditorio del Anexo A de la Cámara de Diputados, la diputada chaqueña del PRO Marilú Quiroz (firmemente alineada con el presidente Milei), logró lo que especialistas, sociedades médicas y diputados de distintos bloques habían tratado de evitar: un encuentro antivacunas en el Congreso bajo el lema: “Qué contienen realmente las vacunas COVID-19”, en el que durante más de siete horas se presentaron datos sin ninguna evidencia científica.

La autorización para la realización del acto la dio Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, pese a las advertencias sobre el riesgo sanitario y el impacto en la población en momentos en que la vacunación retrocede a niveles peligrosos en Argentina. En efecto, la vacunación infantil en Argentina se encuentra en su mínimo histórico. La decisión de Martín Menem confirma el acuerdo del gobierno con la temática y orientación elegida. La intencionalidad y complicidad oficial está clara.

La reunión parecía un programa de la vieja televisión que los mayores habrán visto: un espectáculo de Tusam, que fue un mentalista e hipnotizador argentino, famoso por sus espectáculos de hipnotismo en el teatro y en la TV. Una supuesta investigadora del CONICET (en realidad Licenciada en Biotecnología con categoría profesional asistente) mostró a un hombre que parecía estar imantado, atraía metales de todo tipo y hasta celulares. La supuesta científica afirmaba que ese superpoder le había aparecido al hombre en cuestión después de vacunarse contra la COVID. Lástima que, días después, circuló un video de 2014 donde otro o el mismo hombre hacía el mismo espectáculo, en un programa conducido por Mariana Fabbiani.

Es conveniente rebatir los argumentos y desnudar los objetivos de la reunión en cuestión porque atentan contra la salud pública. Numerosas organizaciones científicas, universidades, etc. se han expresado rechazando los argumentos presentados.

La Agencia TSS de la Universidad Nacional de San Martín difundió lo expresado por Nicolás Kreplak, actual ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires: “La discusión no es solo sobre si el Congreso puede ser un ámbito que habilite discusiones que ponen en riesgo a la población, sino también que las políticas públicas son importantes y que cuando están bien hechas se cumplen objetivos”, y detalló que, por ejemplo, este año no cuentan con stock de vacunas contra COVID-19 ni tampoco antirrábicas, y que solo recibieron un tercio de las dosis programadas de la vacuna triple viral (que previene el sarampión, las paperas y la rubéola). Además, se refirió a los esfuerzos que realizó la provincia para erradicar el brote de sarampión que se produjo a principios de este año y enfatizó sobre la responsabilidad del Gobierno Nacional de cumplir con la ley actual de vacunación y las dificultades que hoy se enfrentan para lograrlo.

Esta opinión obliga a pensar que la mencionada reunión antivacunas no es sólo un tema de barbarismo científico, sino que confluye con una política de abandono de pilares claves de la Salud Pública.

Los argumentos del Movimiento Antivacunas

Numerosas organizaciones científicas, universidades, etc. se han expresado rechazando los argumentos presentados. Es preciso desnudar una vez más las falacias antivacunas. Los argumentos promovidos por el movimiento antivacunas afectan la adherencia social a uno de los instrumentos más efectivos de la salud pública moderna. En efecto, la alimentación adecuada, la vivienda digna, el agua potable, las cloacas y las vacunas son los cinco elementos principales que han incidido en la prolongación de la vida media de los humanos. Precisamente el abandono de alguno de esos puntos claves han causado y causan (como está ocurriendo con las políticas del gobierno nacional) un intenso dolor social todavía no suficientemente medido en su significación estadística. Muchas muertes “naturales” son muertes evitables.

Veamos alguna de las argumentaciones y su refutación científica:

Esta afirmación postula que saneamiento, higiene y mejoras ambientales serían suficientes para explicar la caída de enfermedades transmisibles. Sin embargo:

  • La mortalidad sí disminuyó por mejores condiciones de vida, pero la incidencia permaneció elevada hasta la introducción de cada vacuna.
  • El patrón epidemiológico muestra descensos abruptos de enfermedad tras la vacunación, imposibles de explicar por factores paulatinos como higiene.
  • En países donde bajó la cobertura, reaparecieron brotes inmediatamente.

En un análisis global publicado por la prestigiosa revista científica The Lancet (“Shattock AJ, et al. Contribution of vaccination to improved survival and health. Lancet. 2024) se afirma:

  • Muertes evitadas desde 1974 hasta 2024: aproximadamente 154 millones de muertes evitadas por programas de inmunización del Programa Ampliado de Inmunización.
  • Distribución por edad: del total, aproximadamente 146 millones fueron niños menores de 5 años y 101 millones fueron lactantes (menores de 1 año).

La OMS estima que esto ha significado el equivalente a 6 vidas por minuto al año.

Argumento originado en una publicación fraudulenta de A. J. Wakefield (1998), retractada y refutada, al punto que hoy se conoce el hecho como “el fraude Wakefield”. La evidencia epidemiológica incluyó:

  • Estudios con más de 12 millones de niños sin asociación entre vacunas y trastornos del espectro autista (TEA).
  • Se atribuyó a un componente, el timerosal este efecto. Pero la prevalencia de autismo siguió aumentando en países que eliminaron timerosal.
  • No existe mecanismo biológico plausible que vincule antígenos vacunales con neurodesarrollo.

Este mito es un ejemplo de falsa causalidad (falacia lógica en la que se asume que, si un evento ocurre después de otro, el primer evento debe haber causado el segundo) repetido sin fundamento. También en la reunión del Congreso cuando se afirma que después de vacunarse ocurren trastornos (que en el caso del hombre imán, quedó ridículamente en evidencia.

Desde la inmunología básica sabemos que:

  • El sistema inmune procesa miles de antígenos simultáneamente sin saturarse.
  • La carga antigénica total del calendario actual es menor que en los años 80 gracias a vacunas más purificadas.
  • Las vacunas inducen memoria inmunológica y, en algunos casos, inmunidad entrenada (sarampión, BCG) con protección inespecífica adicional.

No existe evidencia de inmunodepresión inducida por esquemas vacunales estándar.

Timerosal (etilmercurio)

  • Se elimina rápidamente (vida media corta).
  • No se acumula.
  • No se asocia a efectos adversos neurotóxicos.

Aluminio

  • El aporte de aluminio por vacunas es mucho menor que por alimentación.
  • Los adyuvantes están presentes en microgramos y llevan ya 90 años de uso seguro

La farmacovigilancia mundial concluye:

  • Los eventos graves ocurren en proporciones del orden de 1 por millón según vacuna. Debe tenerse en cuenta que, probabilísticamente, un hecho que no ocurre se expresa como de probabilidad menor a 1 en un millón.
  • Las enfermedades naturales son muchísimo más peligrosas:

Sarampión: 1/1.000 encefalitis;
Polio: 1/200 parálisis;
Difteria: 5–10% mortalidad¹¹.

Desde la epidemiología:

  • La inmunidad comunitaria requiere coberturas mayores a 90–95% para virus de alta posibilidad de contagio (ej. sarampión).
  • Las personas no vacunadas actúan como reservorios que permiten la circulación.
  • Amenazan a quienes no pueden vacunarse: bebés, gestantes, inmunodeprimidos.

La salud pública se basa en el principio de solidaridad epidemiológica. (término que este gobierno no tiene incluido en su vocabulario) ni en sus niveles de comprensión cerebral.

Los procesos de producción cumplen normas GMP (buenas prácticas de producción), con controles de:

  • esterilidad,
  • pureza,
  • potencia,
  • integridad genética,

y vigilancia postcomercialización. La idea de “contaminación sistemática” es incompatible con la estructura regulatoria global.

Evidencia histórica:

  • Sarampión: 2–3 millones de muertes anuales pre-vacunación¹².
  • Tos convulsa: letal en neonatos.
  • Polio: secuelas permanentes y mortalidad significativa.

Minimizar estas enfermedades constituye una negación de la historia epidemiológica de la población.

Aunque a veces más duradera, la inmunidad natural requiere enfermarse, con riesgos:

  • mortalidad,
  • secuelas permanentes,
  • compromiso inmunológico prolongado.

La vacunación ofrece inmunidad segura sin ese costo biológico.

La mayor parte de:

  • los estudios de efectividad,
  • metaanálisis,
  • vigilancia epidemiológica,
  • revisión sistemática mundial,

son producidos por instituciones públicas, ministerios, organismos sanitarios y universidades. Así fue en COVID, donde fueron públicos los fondos invertidos. En general, los monopolios privados farmacéuticos no invierten en prevención sino en enfermedades crónicas que permiten amortizar las inversiones y ganancias por largo tiempo.

El elemento Carbono puro existe en la naturaleza como diamante o como el grafito que se usa en lápices o en lubricación. El grafeno se extrae del grafito, el mismo material que se encuentra en las minas de los lápices.

Aplicaciones potenciales:

  • Electrónica: Transistores más rápidos y pantallas flexibles.
  • Energía: Baterías de mayor duración y carga más rápida, y paneles solares más eficientes.
  • Materiales: Materiales compuestos de alta resistencia y bajo peso para la industria aeroespacial y automotriz.
  • Medicina: Se investiga su uso en la entrega de fármacos y como material para sensores.
  • Sensores: Se utiliza en sensores para detectar gases, impactos y señales eléctricas.

En la pandemia, sectores antivacunas y terraplanistas (en Argentina aliados al PRO, los actuales mileístas, y los opositores a tomar medidas paliativas para el pueblo en esa grave situación), inventaron que las vacunas tenían componentes que transmitían o incidían en la conducta de las personas vacunadas. Por supuesto esto no tiene ningún aval ni demostración científica. Tiene el mismo rigor que los que proponían tomar Oxido de Cloro para prevenir la COVID. Tomar Oxido de Cloro es similar a tomar lavandina comercial de concentración 60 mg/litro sin diluir: es perjudicial para la vida humana.

Además de que otro o el mismo supuesto hombre imán ya había hecho su espectáculo en el año 2014 en un programa televisivo, la razón por la que, en ocasiones, objetos metálicos se quedan pegados a la piel se debe a un fenómeno físico llamado “tensión superficial” debido a la transpiración del humano y no tiene relación con las vacunas. Esto sin considerar que gente tan irresponsable puedo haberse pegado los objetos con pegamento. Basta escuchar los reportajes de la diputada Quiroz que daban vergüenza ajena por la carencia total de argumentos y sus vacilaciones evidentes.

La pandemia: un evento que necesita un balance claro

Hay ciertos episodios que ha vivido el pueblo argentino que todavía no han sido debidamente balanceados. Uno de ellos es la pandemia.

Sectores que hoy apoyan al gobierno de Milei, han actuado en pandemia promoviendo una situación de crisis sanitaria y social. Muchos de ellos decían que nada había que hacer, interesados en que sus negocios y negociados no se vieran afectados. “Se morirán los que tengan que morirse” declaró Mauricio Macri. No les importaba la situación del pueblo. Miraban sus negocios y no la salud y la vida de la población en tal grave situación. Mauricio Macri confirmó en declaraciones de setiembre de 2021 todas las hipótesis sobre el negacionismo y la improvisación con que él hubiera enfrentado la pandemia de Covid en caso de haber sido presidente reelecto. Confesó que cuando se desataron los contagios él le hubiera dicho a la sociedad: “Señores, que cada uno tenga consciencia de lo que está pasando y vamos viendo si equipamos el sistema de salud”. FUENTE: Página 12 Setiembre de 2021.

Su propio ex ministro de Salud reducido a secretario, Adolfo Rubinstein, cuando dijo que “la salud nunca fue una prioridad del gobierno anterior” confirmó cuál era la propuesta de Macri ante la pandemia.

De hecho, Macri no solo desfinanció la salud pública, deterioró los sueldos de los profesionales de la salud y denigró a la cartera sanitaria convirtiéndola en una mera secretaría de Estado, sino que también dejó vencer 4 millones de vacunas antigripales, anticólera y contra el sarampión, una enfermedad que reapareció durante el macrismo siendo que ya había sido erradicada del país. Evidentemente la misma línea sanitaria del gobierno de Milei.

Referente a las pandemias debe decirse que no son inventos ni hechos inevitables. Se relacionan con las condiciones de vida y de trabajo de las poblaciones y las formaciones económico sociales en las que viven.

¿Por qué hay reiteradas apariciones de nuevos virus? ¿porqué reaparecen aquellos que creíamos vencidos?

¿Por qué varios de ellos han surgido en el sudeste asiático? Y en zonas donde hay menos acceso a servicios de salud o alimentación adecuada y dónde hay una convivencia intensa entre los pobladores, aves domésticas (fácilmente contagiables por los virus de aves silvestres) y cerdos, que suelen ser la probeta previa donde se mezclan virus “silvestres” que mutan y atacan a humanos.

Es bueno recordar que, en el libro de OMS de hace varias décadas atrás, “Desafíos de la Epidemiología” se recuerda que la epidemia de peste negra o muerte negra, la pandemia de peste más devastadora en la historia de la humanidad que afectó a Eurasia en el siglo XIV y que alcanzó un punto máximo entre 1347 y 1353, se produjo cuando los graneros estaban llenos de granos y el hombre vivía pegado a ellos y tomaba contacto con la rata portadora, que acudía para comer. Condiciones de vida inadecuadas.

¿Por qué otros como el Ébola lo hicieron en zonas pobres de África donde nuevas carreteras vincularon estrechamente a humanos pobres con monos y murciélagos portadores?

¿La pobreza humana (el hambre) hizo que se buscara alimento en la carne de esos monos y murciélagos que portaban el virus? El ‘New England Journal of Medicine’ trazó la ruta del brote hasta dar con el “paciente cero”, un niño de dos años que recibió el virus de uno de estos animales, o bien de una mordedura directa o bien al comer una fruta mordida por ellos. O incluso si comió la carne contaminada de uno de ellos. Murió en diciembre de 2013 en la localidad de Guekedou (Guinea Conacry) y fue, probablemente, el primer fallecido.

¿Por qué nuestro Mal de los Rastrojos se contagia más a peones que trabajan en el campo en condiciones no adecuadas y no a patrones de estancia o rentistas?

Lo que sí demuestra es que un mundo donde el 1% de la población tiene la riqueza del 92% restante, es inviable. Y que es un espejismo que se pueda vivir entre tanto infortunio social sin que eso nos salpique de alguna manera.

En 2020 existían condiciones de pandemia que habían sido denunciadas por la OMS desde un año antes. Y esas condiciones existen todavía. Un virus silvestre de aves migratorias puede contagiar gallinas domésticas, estas a los cerdos que conviven con poblaciones humanas. El cerdo es un animal donde existe una probabilidad que los virus de la gripe aviar muten. Y como es una especie que puede contagiar a humanos, si en él mutan y se convierten en patógenos, la difusión se produce. Eso ocurrió y puede ocurrir. La solución es cambiar las condiciones de vida y trabajo de las poblaciones humanas.

Cuando aparece un virus como coronavirus de la pandemia (o el Ébola, o la gripe A u otro de los que han aparecido), es regla que importa su modo de transmisión inhalatorio, digestivo, a través de la sangre, la piel, etc. El otro tema es si hay tratamientos, vacunas o medicamentos.

Al comienzo de la pandemia sólo sabíamos que era inhalatorio y no sabíamos si era la única vía. Por lo tanto, evitar contagio humano a humano era imprescindible. El sistema sanitario había sido dejado en franco deterioro por el macrismo (igual que ocurre ahora con el mileísmo).

No hubo tal cuarentena infinita promocionada para provocar la caída del gobierno de entonces y hoy para justificar la indefensión social que provoca el actual gobierno.

Fue justo el impuesto a las grandes fortunas para tener fondos apara ayudar a los más débiles. Fue justo el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia fue la política de transferencia de dinero más grande que realizó la Argentina en su historia, se diseñó y puso en marcha al inicio de 2020, en el marco de la emergencia sanitaria frente al COVID-19. Alcanzó a 8,9 millones de personas y se otorgaron 3 rondas de pagos de $10.000 a cada beneficiario/a). Esta medida fue crucial para amortiguar el impacto de la crisis en los ingresos de trabajadores y trabajadoras y, especialmente, de mujeres y jóvenes debido a la pandemia de enfermedad por coronavirus. IFE que, dicho sea de paso, usufructuaron empresas como Mercado Libre.

No es cierto que había que dejar morir a los que tuvieran que morirse, línea muy parecida a la de Milei hoy.

Lo que sí es cierto es que el gobierno de entonces demostró no entender la situación cuando ocurrió el vacunatorio VIP y la fiestita de cumpleaños. Los presidentes de una situación como la pandemia tenían que tener una actitud sanmartiniana.

Mantenemos las posiciones con prepotencia de trabajo

Escribíamos en 2021:

“Debemos actuar según lo que el pueblo indique que pasa. Han sido acertadas las medidas iniciales y generales del Gobierno, pero hace falta más. En un departamento de lujo de Puerto Madero se tienen reservas. Pero hay que tener en cuenta las particularidades. Así como en el campo no es todo igual, lo mismo pasa en las ciudades y pueblos. En un barrio del conurbano profundo no se pueden aislar, en una habitación, ocho personas y sin medios.

Yo creo que allí hay que mantenerse en los barrios (algo así como “el barrio es tu casa”), pero impedir que la pandemia penetre si no lo hizo y, si lo hizo, evitar que se extienda a otros barrios. Me parece que es obvio que hay que suministrar alimentos, agua potable, elementos de limpieza y protección, etc. Las estructuras gubernamentales deben actuar coordinadas con los Voluntarios y todos deben tener elementos de protección. Yo trabajo en Bioseguridad y el lema que siempre propuse fue “protegerse para proteger y proteger para protegerse”.

Se formará así un ejército social contra la Pandemia, profesional y miliciano. Y en los centros urbanos va a haber que considerar a aquellos cuyas actividades de cuentapropistas quedan paralizadas. Yo creo que en los barrios hay que promover emprendimientos cooperativos para fabricar alimentos, elementos de protección (en Villa Jardín, en Lanús, hacen barbijos), alcohol, elementos de limpieza, arreglar viviendas, etc. Es decir, desarrollar una economía nueva para ese lugar y para extender. Los que sepan de costuras harán ropa de protección que está faltando. Las empresas textiles nacionales también. Pronto vendrá el frío y harán falta abrigos y zapatillas. Eso reactivará a Pymes y empresas nacionales.”

“Lo mismo ocurre en el campo. El Estado debe activar las economías regionales comprando su producción y desplegando una logística para llevarla allí donde haga falta. Pero esto exige transporte. Será el de los estamentos del Estado y los de los sectores de empresarios nacionales que trabajen en ese sentido y hasta los remiseros, dueños de camionetas y taxistas pueden ser parte de esa logística. Y, si hace falta más, habrá que intervenir a grandes empresas.”

En suma, no es economía contra salud. Es una guerra sanitaria del pueblo y una nueva economía en beneficio del pueblo. Si podemos lograr que algunos lugares vayan quedando libres de infección podrán producir, en el campo y en la ciudad, para los demás y también se reactivarán. Por eso es imprescindible evitar que algunos crean que esto es un feriado largo y vayan a contaminar zonas agrarias que necesitamos en producción.”

“Se busca achatar la curva de crecimiento de la infección para poder absorber el golpe. Achatar la curva significa prolongar las medidas, pero con derechos, no con guetos. Y con esta concepción, al contrario de lo que quieren hacer creer, se reactivará la economía del pueblo. Pero los que se enriquecieron hasta ahora deberán poner los fondos que necesitará el Gobierno. Surgen por todos lados muestras de las reservas populares, laborales, científicas y tecnológicas, que demuestran que lo que pensamos es posible. Despierta una Argentina que busca ser independiente. Las medidas del Gobierno han sido acertadas, pero se deben precisar algunos puntos para poder triunfar. Aquellos que siempre privilegiaron sus intereses antinacionales y antipopulares quieren poner en debate que se debe abandonar la lucha contra el coronavirus para que la economía no mate más que el virus. Es una falsa opción. De lo que se trata, al contrario, es de avanzar en medidas económicas que beneficien al pueblo. No se trata de economía o salud. Se trata de qué economía acompañará la emergencia sanitaria. Los viejos modelos han fracasado en toda la línea, en Argentina y en el mundo. En realidad, se trata de quién paga la crisis: los que se enriquecieron o los que han sido víctimas.”

“Acá habría que profundizar ciertas medidas. En Francia, a las empresas en quiebra parece que las estatizan, y se propone un ingreso general básico pagado por el Estado y no se pagan los servicios, etc.

Tal vez haya que pensar en estatizar esas empresas de servicios. En España se puso bajo conducción del Estado a la medicina privada y a los productores de medicamentos esenciales y en Irlanda se estatiza la medicina privada. Hay un mundo que muere y otro que quiere nacer. Hace falta la partera.”

Lo escribimos ayer y sostenemos lo mismo hoy ante la política de este gobierno

No es sin aislamiento sanitario que se podía avanzar, se debía avanzar con más organización social, más comités de emergencia, más sacar el dinero de los que se estaban enriqueciendo, y hoy lo siguen haciendo con timbas financieras y negociados de todo tipo. Miles de millones de dólares en la timba financiera se esfumaron hace unas semanas, en pocos días.

Las pandemias son comparables a guerras mundiales. En la Primera Guerra Mundial murieron, en 4 años (1914-1918), entre 15 y 20 millones de personas. En la pandemia de gripe que la sucedió (1918 a 1919) se estima una cifra similar y hasta superior.

Por lo tanto, ayer y hoy, la situación exige una economía que obtenga los fondos de los sectores más enriquecidos (el establishment, el círculo rojo, el totipotente “mercado”, etc.) para resolver los problemas más graves.

En todo caso, en la pandemia eso faltó.

Eppur si muove

Sin embargo, un estudio posterior a la pandemia publicado en revista de prestigio científico internacional como The Lancet, se comparan 204 países (y múltiples subregiones) y se estima mortalidad, esperanza de vida y otros indicadores, permitiendo evaluar el impacto de la pandemia. El estudio afirmaba, en 2023, que la Argentina sólo registró una disminución de la expectativa de vida de 0,8 años y un exceso de mortalidad por COVID de 0,85 por 1.000 habitantes. Ambos datos son menores que los promedios globales y que la media de América Latina.

Para comparar: la tasa de exceso de mortalidad por el COVID en la región de América Latina y el Caribe durante 2020 y 2021 en muertes cada 1.000 habitantes fue de 1,99, más del doble que la de Argentina. La tasa global fue de 1,04 (superior en casi un 20% a la de Argentina). La de Europa Occidental fue 0,85, como la de Argentina, mientras que África del Norte y Oriente Medio fue de 1,33, sur de Asia 1,28, sudeste asiático 0,70, Oceanía 0,69 y África subsahariana 1,13.

Acá no hubo fosas comunes como en el pobre Bronx vecino al rico Manhattan, en EE.UU.

Desde una perspectiva de independencia nacional y control soberano del proceso salud-enfermedad, este tipo de estudios demuestran que es posible —incluso en un país periférico— superar crisis sanitarias globales con resultados comparativamente buenos. Eso debe leerse como un respaldo a políticas de salud pública robustas, inversión estatal, coordinación nacional de vacunas, etc.

Es más, Argentina llegó a poner en actividad todo su equipo científico tecnológico, y en consecuencia tiene una vacuna propia nacional, y tuvo varios proyectos más en desarrollo que se paralizaron por falta de medios pero que nos hubieran permitido dominar varias plataformas útiles para otras enfermedades además de la COVID. Desarrolló, además, equipos de diagnóstico y de bioseguridad de protección personal.

Además, que un trabajo global (como The Lancet) reconozca a Argentina —junto a unos pocos países— con un impacto “relativamente bajo” ayuda a reforzar la persistencia del espíritu nacional más allá de la dependencia externa.

La política de Milei, coherente con estas posiciones antivacunas, ha relajado la vacunación. Chile acaba de declarar una alerta sanitario ante la reaparición de casos de sarampión en Argentina.

Según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y reportes de prensa, en 2024, la cobertura de la vacuna Triple viral (sarampión, rubéola, paperas) aplicada a los 5 años cayó al 46 %, muy por debajo del 95 % considerado óptimo para inmunidad colectiva.

También se reporta una caída del refuerzo antipoliomielitis (y de otras vacunas del calendario) a valores similares (menores al 50 %).

En un informe reciente se indica que ninguna de las 32 vacunas del calendario nacional alcanzaba en 2025 la cobertura óptima del 95 %.

Datos oficiales parciales de 2025 (hasta noviembre) de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles muestran para algunas dosis del calendario nacional cifras inferiores a las históricas: por ejemplo, para las vacunas básicas de la infancia (quíntuple, etc.), las coberturas reportadas rondaban 65-70 % en varias dosis.

Un ejemplo concreto: en 2025, según esos datos provisionales, la primera dosis de la quíntuple tenía aproximadamente 69,7 %; la segunda dosis cercano al 69,0 %; la tercera 64,9 %; los refuerzos posteriores incluso más bajos.

En 2024 se registraron casi 115.000 bebés menores de 18 meses que no completaron esquemas esenciales, según la SAP.

Estas cifras son usadas por medios de prensa y por alertas de sociedades científicas como indicadores de “caída histórica” de vacunación.

El presidente Milei, habituado a inventar cifras como la del PBI del Imperio Romano en el año cero (cuando no existían los Estados Nacionales), afirma a menudo que en Argentina se murieron por pandemia 130.000 personas y dice que con la vacuna de Pfizer se hubieran muerto cien mil menos, es decir, sólo 30.000. Miente doblemente, porque no se sabe por qué 30.000 (dato afirmado sin respaldo científico) y además miente porque la vacuna de Pfizer no nos hubiera llegado. Recuérdese que el mismo Trump se quejaba porque la empresa Pfizer le había entregado 500.000 dosis menos que las prometidas. Y en Chile, que había comprado Pfizer, se vacunó, en un 70% con una vacuna china, porque Pfizer no entregó tampoco lo prometido.

Todo esto anterior nos lleva a una sospecha y pregunta: los antivacunas y su reunión se hicieron con la autorización de Martín Menem ¿por orden de Milei y su grupo?

A modo de epílogo

Se trató de un espectáculo circense con el “hombre imán”, con ignorancia anticientífica prehistórica, como sostén de la política de abandono de la salud pública del gobierno, como un mecanismo adicional para gastar menos en vacunas promoviendo el temor a ellas, para reafirmar argumentos del Mileísmo.

Pero no se puede descartar una maniobra para ocultar los verdaderos problemas del Pueblo y de la Patria en medio de la entrega nacional, el ajuste sin fin, los salarios y jubilaciones por el suelo, el ataque a los discapacitados, el alquiler de viviendas y las tarifas por el cielo, los arrendamientos agrarios impagables, la falta de tierra para trabajo y vivienda, la quiebra de industrias, la desocupación que crece, la recesión que no cesa, la novedad de la crisis de repartidores y autos a domicilio por aplicaciones que trabajan 12 horas para ingresos del nivel de pobreza y a destajo, de la deuda externa que nos ahoga, la destrucción educativa, científica y sanitaria intencional, el fracaso del plan económico en crisis terminal, la sumisión e indefensión argentina, los peligros de desintegración territorial y el fantasma de convertirnos en semicolonia.…

Mientras tanto, la Gendarmería reprime jubilados y discapacitados en lugar de vigilar nuestra porosa frontera ante el narcotráfico, el tráfico de personas y niños, y el contrabando cerealero. Y la Prefectura reprime en Plaza Congreso en lugar de controlar el quinto litoral marítimo del mundo, el nuestro de 6.800 km de extensión. El saliente ministro de defensa juega a ser Tom Cruise en Top Gun. En las reuniones de gabinete, el presidente salta y abraza a ministros como un adolescente tardío y, a veces, actúa como estrella del rock. El nuevo ministro de defensa debiera pensar si su participación no está comprometiendo a las fuerzas armadas en este proyecto de sumisión e indefensión nacional, conciliación con el usurpador inglés y sometimiento lacayuno a la política de Trump, al punto de promover reuniones antivacunas como lo haría el ministro de salud de EEUU Kennedy que sostiene posiciones análogas.

¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón…
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín…
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia junto al calefón.

Un cambalache discepoliano donde, tarde o temprano, patriotas y demócratas populares deberán rescatar nuestra Bandera y nuestro Himno… (el completo) de tanta payasesca, servil e ignominiosa situación…