Miles de trabajadores y trabajadoras se movilizaron a Plaza de Mayo en el marco de la marcha convocada por la CGT en rechazo de la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. La convocatoria contó con la adhesión de las dos CTA, la UTEP, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y diversas organizaciones sociales y políticas. También hubo marchas y actos en las principales ciudades del interior del país.
El proyecto del Poder Ejecutivo, que busca la quita de derechos laborales adquiridos, obtuvo dictamen favorable en comisión en el Senado de la Nación pero su tratamiento fue pospuesto para febrero del año próximo.
El cierre del acto estuvo a cargo del secretario general de la CGT, Jorge Sola, quien reafirmó la profundización del plan de lucha y llamó a reconstruir una alternativa política desde el movimiento obrero.
Sola dijo que “están buscando cercenar los derechos de los trabajadores. El empleo lo genera la actividad productiva, y este gobierno tiene una deuda con los argentinos: generar más y mejor empleo”.
Camino a un paro nacional
Al respecto, criticó el proyecto enviado al Congreso y denunció un intento de desfinanciar políticas públicas claves con el Presupuesto a la ley de discapacidad, al Garrahan y a la educación”.
Sola advirtió que “este es el primer paso de un plan de lucha. Si el gobierno sigue sin escucharnos, vamos a profundizar las medidas y terminaremos con un paro nacional en todo el país”.
“No nos olvidemos que tenemos que construir social y políticamente para enfrentar a este gobierno. Tenemos que volver a emocionar con la bandera de la justicia social que nos hizo el país que somos. Vamos hacia una Argentina humana”, enfatizó Sola.
Por su parte, el cosecretario cegetista, Cristian Jerónimo, remarcó que la CGT tiene en claro los intereses que representa y que no está dispuesta a retroceder.
Además, rechazó de plano la reforma laboral al considerar que “no genera nada a favor del mundo del trabajo” y que está “redactada de forma maliciosa a favor de las grandes corporaciones”.
En tanto, el otro co-secretario general. Octavio Argüello, llamó a “ganar la calle” y alertó a los legisladores que impulsan el dictamen de la reforma: “no podemos entregar nuestros derechos. Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la Patria se lo van a demandar”.
En tanto, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, señaló que “la paciencia de los trabajadores se agotó” y añadió que la propuesta del oficialismo “es una reforma regresiva que tiene como única intención disciplinar a la fuerza del trabajo, bajo el argumento falso de que quieren mejorar la productividad, la competitividad o que crezca la economía”. Aguiar dijo que desde el sindicalismo “tenemos la difícil tarea de interpretar a una clase trabajadora que no es la misma que en los ’90”, y advirtió que “no es verdad que no queremos discutir una reforma laboral”.
Otro Argentinazo es posible
Jorge Enrique Smith, coordinador nacional de la Corriente René Salamanca CCC, dijo que “la reforma laboral busca destruir trabajo y la producción y acá vamos a demostrar que pelearemos hasta las últimas consecuencias y no vamos a dejar que pase esta reforma”,
En tanto, el coordinador de la CCC Rosario, Eduardo Delmonte, señaló que “estamos frente al equipo estable de las clases dominantes que planea su juego y acá está los dueños directamente están gobernando porque Milei es un títere de ellos”.
Delmonte explicó que “el gobierno quiere una Argentina agraria, minera, donde reinen los monopolios y no haya industrias y la gente no tenga derechos”.
Al respecto, precisó que “esto es lo que ordena el imperialismo estadounidense que es el mandamás de la política argentina porque somos un estado semicolonial y esto es peligroso porque estamos en un mundo que va a la guerra y Argentina es un país clave porque es bioceánico”.
Delmonte sostuvo que “estamos ante un poder que es enorme porque no vacila en invadir países, en intervenir y confiamos en que el pueblo encuentre el camino para enfrentar esto”.
“Mañana se conmemora el Argentinazo porque demostramos que se puede echar a un gobierno entreguista y acá no hay que esperar hasta el 2027 porque la lucha en la calle es el camino y hay que trabajar para que eso crezca”, finalizó Delmonte.
Repercusiones políticas
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, consideró que la propuesta de reforma planteada por Javier Milei “es un proyecto de lo más viejo que hay, lo más parecido a lo que fue la Ley Banelco en la época de De la Rúa”.
Kicillof precisó que “lo que hay en esta marcha es gente laburante, que ve que esta reforma no resuelve ninguno de los problemas reales que hay: un cuarto de millón de puestos de trabajo perdidos, salarios que no alcanzan, jubilaciones que han bajado y nada de esto es una solución”.
Más adelante, puntualizó que “Argentina es el único país que tiene un Presidente al que no le importa que se cierren las empresas, se pierdan puestos de trabajo y que no se usen las máquinas y se llama Milei”.
El Partido Comunista Revolucionario (PCR), que participó en la movilización, destacó que “peleamos en todo el país, denunciando la complicidad de gobernadores y legisladores, para desarrollar la más amplia unidad multisectorial que una la pelea contra la reforma con el combate contra el hambre y la entrega, y construir un paro activo nacional que derrote este proyecto antiobrero”.
El documento de la CGT
Tras el acto se conoció un documento de la CGT en donde se expresa su rechazo a “la reforma laboral regresiva y precarizadora como parte del plan de acción sindical en todos los frentes” y considera que el proyecto que impulsa el gobierno ”constituye un ataque directo a los derechos fundamentales de los trabajadores”.
La central obrera añade que “la reforma laboral de Javier Milei se apoya en una matriz ideológica que concibe el trabajo como un costo a reducir y no como un derecho humano protegido por la Constitución Nacional, la legislación vigente y los tratados internacionales ratificados por nuestro país”.
Además, el documento cegetista sostiene que “este proyecto no actualiza el derecho del trabajo ni generará nuevos empleos: promueve contratos precarios, despidos más baratos, jornadas de trabajo extendidas y salarios fragmentados”.
También señala que “el llamado ‘costo argentino’ no son los salarios ni los derechos laborales, sino la especulación financiera, el industricidio y políticas económicas que desalientan la inversión productiva”.
Finalmente, el documento sostiene que “el movimiento sindical representa a todos los trabajadores, los que tienen trabajo y aquellos que no lo tienen” y exige “igualdad en el tratamiento para todos los sectores, en especial para los más afectados por el actual modelo económico de exclusión”.
