Esta columna Ariel la escribió hace dos años. Nuestra intención es no editar nada en ella. Lo que vale es el recuerdo de un hombre y el de su obra. La de un médico, un luchador y su pueblo por el que siempre peleó desde su salita. La Salita del Dr. Chino
Por Ariel Oliveri
Hoy cumpliría 73 años el Dr. Chino. Mi viejo. El de la foto. El que esta atendiendo sentado a una niña sentado en un cajón de manzanas, en un asentamiento en el Abasto, 20 días antes de morir.
El hijo de la sirvienta y el obrero que llego a ser médico. El que no se olvidó que se formó para servir el pueblo, el que nunca renegó de sus orígenes. El que no tomo la medicina como negocio. El que ejercía la medicina social. El que luchaba todos y cada uno de sus días. El que era capaz de cagarte a trompadas si discriminabas a un santiagueño, a un boliviano o a un paraguayo. El que no quiso viajar a EEUU tres años antes de morir, con todo pago, para reencontrarse con sus compañeros de secundaria, porque no quiso mentir sobre su ideología para que le den la VISA. El que comía en la casa de los pacientes.
El que se peleaba con sus compañeros de la salita todos los días, les exigía más que si fuese el dueño de cualquier clínica privada, pero que los quería más o tanto como a su propia familia. El que tenía más ganas de hacer la revolución que cualquier pibe de 15.
El que levantó la salita de salud en lo más profundo de La Matanza, desde cuatro chapas que se volaban con cada viento hasta lo que es hoy: con dos pisos, especialidades, comedor, deportes, junto a sus compañeros, vecinos, pacientes, a fuerza de rifas, peñas y marchas. El que protagoniza dos películas. El que pronto será libro. El que lleva el nombre un barrio. El que no paraba nunca. Ni de trabajar. Ni de proyectar. Ni de comer ningún asado que lo inviten. El que no se olvida.
Y como no se olvida, ayer, en esa misma salita le festejamos el cumpleaños con todos estos protagonistas. En la salita. Junto a médicos, enfermeras, agentes de salud, vecinos, pacientes, colaboradores, compañeros, amigos, familia. Todos juntos. Miramos un reportaje y nos recordó que es la medicina social. Contamos anécdotas sobre sus peleas, sus puteadas, su locura.
Nos reímos tanto como nos emocionamos. Los profes de artes marciales mostraron su trabajo con los pibes en la salita. Entre gasas y cajas de leche nos comimos el guiso de lentejas más rico del mundo. Como postre vino la música. De los compañeros de trabajo. Musicoterapeuta, médico y psicólogo social tocando y cantando. Entonces sonó “El necio”, de Silvio Rodríguez. Y aparece esa frase. La que mejor lo representa, creo.”….Yo me muero como viví…”. Entonces nos abrazamos, entre la emoción de recordarlo, la tristeza de no tenerlo, y la tarea de honrarlo.
Mil gracias a sus compañeros de trabajo, de lucha, a sus pacientes, a sus amigos, a sus vecinos.
Feliz cumple PA, flor de festejo te armaron….una vez más….
Esta tarde a las 18.30 hs a través del Facebook Live de Ariel Oliveri, se le rendirá un nuevo homenaje:
«Estaremos con varios amigos y amigas recordando al Dr Chino en el día de su cumpleaños. Estará el Vasco Berdesegar, dirigente social, hablando del día de esta famosa foto, estarán Monica Correa, Miriam Aranda y Nuria contando los comienzos de la salita, estará Hugo Pollola hablando del presente de la sala, tambien nos acompañara el Director de Cine Pepe Salvia contando como y porque filmó Cuento Chino Clasista y Combativo, estaremos con mi hermano Luciano recordando y leyendo fragmentos del libro que se viene. Cerrará la música de un gran amigo y terrible artista rosarino que vive en mardel, Pablo Olmedo.
Estamos ansiosos, los y las esperamos con sus mensajes y preguntas.
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