Mate con Chocolate

Habían pasado unos seis minutos del primer gol de Messi contra Bolivia, promediaban los veinte minutos del primer tiempo de las eliminatorias de la Copa del Mundo para Quatar, cuando suena mi celular y me sorprende el colega de Radio Netherland, que trabaja en la versión en español de la radio de los Países Bajos, tal cual hoy se llama el reino de Holanda. Después de los saludos de Klaus Van Christansen imaginé que su llamado obedecía a que hacía seis minutos Messi había igualado el record de Pelé, como goleador de selecciones de Sudamérica. Me equivoqué.

Sin percatarme que en Ámsterdam ya era más de las dos de la mañana del día siguiente el colega me preguntaba por lo que había ocurrido en nuestra tarde, cuando allá empezaba a anochecer.Y me pidió la explicación de dos frases. ¿Qué significaba “tomá mate con chocolate”, y “en qué parte de la Argentina quedaba el Virreinato de San Isidro”.

Mi primera reacción fue una sonrisa. Mientras una pelota cruzaba el área boliviana y Lautaro Martinez llegaba tarde. Antes de contestar me di cuenta que, salvo nosotros, los uruguayos, los brasileños del estado gaucho de Rio Grande Do Sul, y los árabes de Siria, la gente no tenía idea de lo que era el mate. Traté de explicar lo mejor que pude la infusión que para nosotros por Ley 26.871 de julio del 2013 se considera una bebida nacional. Cómo decirle a mi amigo holandés que Argentina es el principal productor y exportador de yerba mate del mundo y que cada uno de nosotros consumimos un promedio de 6 kilos y medio por año, y que el 90% de la población argentina lo consume. Fue difícil, pero se lo expliqué.

Después vino lo más complejo, el Virreinato de San Isidro. Ellos, que tienen una argentina que es reina, como Máxima, muy amiga de Macri, creían que podría haber en nuestro país algún virreinato, y estaban interesados. Allí expliqué de la mejor forma posible que San Isidro era una ciudad al norte de Buenos Aires, pero que no era un virreinato. Y la pregunta de Klaus fue: ¿Por qué la frase de la vicepresidenta? Se lo aclare. Era una ironía porque un padre y un hijo gobernaban ese Municipio desde 1958. Nos despedimos, no sin antes hablar del partido porque tenía que escribir el resumen de las tres de la mañana para Radio Netherland.

Terminado en River el primer tiempo me puse a pensar en las reuniones que en casa del Dr. Melchor Posse mantuve en varias ocasiones con el padre del actual intendente de San Isidro, Gustavo Posse, porque Melchor, como integrante del MID, en 1973 había estado en el Frente con el Justicialismo. Las charlas giraban en plena dictadura para saber cuál posición adoptaría él, que pensaba volver a la UCR para trabajar por la candidatura de Alfonsin, y yo que pretendía convencerlo de que trabajara para Luder – Bittel. Melchor Posse era un médico rosarino, padre de siete hijos, que en su libro Los Desarraigados, que me dedicó, cuenta parte del sufrimiento del hombre-masa. Nunca me puedo olvidar que una de las calles linderas a su domicilio se sigue llamando hasta hoy Pedro Eugenio Aramburu. Pese a mis pedidos, ni el padre ni el hijo nunca le cambiaron el nombre.

Cuando Cristina Fernandez hizo relación a la herencia familiar no se equivocaba. Y menos aun cuando dijo que mientras observan y cuestionan algunos gobernadores como el de Formosa por el tiempo que hace que Insfran es elegido por su pueblo, hacen silencio ante el caso de la familia Posse. San Isidro está a 95km de la capital provincial limitando al norte con San Fernando, al este con el Rio de la Plata, al oeste con San Martin y al sur con Vicente Lopez. Con una extensión de 51km2, el distrito cuenta con 291.608 habitantes. Melchor Posse nació dos años después del primer golpe de estado, el 6 de septiembre de 1932 y falleció el 16 de enero de 2004. Fue intendente 1958-1962, 1983-1987, 1987-1991, 1991-1995, 1995-1999 y como dijo Cristina, lo heredó su hijo Gustavo que nacio el 27 de julio de 1962 y fue intendente reelecto en el 2003, 2007, 2011, 2015 y 2019.Era imposible explicarle al holandés como una familia radical manejaba un municipio al que la vicepresidenta calificó de “virreinato”.

Mucho más complejo era explicarle que el té de los jesuitas, como se conoció a la yerba mate, que los integrantes de la misma orden a la que pertenece el Papa, copiaron de los guaraníes comenzando el cultivo intenso en Misiones y parte de Corrientes. Lo del chocolate es más fácil, la tradición cuenta que los mayas y los aztecas hacían infusiones con la vaina del cacao. Sin embargo, ahora hay un descubrimiento sobre la planta, que no sería originaria de Méjico sino del norte del Amazonas, por lo cual el TOMA MATE CON CHOCOLATE de Cristina Fernandez es bien nacional y de Sudamérica. Algunos seguirán diciendo que el chocolate fue un alimento de los dioses y le seguirán rindiendo culto a Quetzalco. Los olmecas así lo creían y le rendían culto a ese dios. Pero la frase de Cristina se refería a la forma anormal con que la orgullosamente bonaerense hoy candidata a diputada nacional por la Ciudad compró un lujoso piso valuado arriba de 700.000 dólares y que según dicen gastó más de 200.000 de la misma moneda en refacciones después de haber vivido cuatro años en una base militar y haber vendido el 50% que le correspondía con su ex marido de un departamento y un auto en Morón, que mientras ella era gobernadora el padre de sus hijos era intendente en Morón.

Mientras la gente se prepara para votar, Cristina sigue dividiendo entre el amor y el odio a gran parte de la población. Pero es la única que en la chatura de la campaña generó reacción internacional. Antes fue el “machirulo”. Ahora, “toma mate con chocolate” o “el virreinato de San Isidro”. Cuando se cuenten los votos sabremos si el mate es dulce o amargo. Mientras tanto Messi hacía dos goles más y rompía todos los records. En uno de los goles se besó el escudo de la Copa América, igual que el mate con chocolate, bien nuestro.La seguimos el lunes a las 6 por AM 650 Radio Belgrano.