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28/03/2024

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Libertad condicional. SÓLO SE PUEDE VOTAR LO QUE “LOS MERCADOS” QUIEREN…

Por Horacio Micucci

Macri dice que el pueblo no puede elegir aquello que no les guste a “los mercados” y al “mundo serio”.

Curiosa interpretación de la Constitución y de la democracia la del Presidente Macri.

En el lunes negro, (con dólar subiendo de $ 46 a $ 60 y más), en una conferencia de prensa, el Presidente Macri dijo que lo que ocurría era culpa del pueblo por el voto en contra del oficialismo, por votar opciones que no son aceptables para el “mercado” y para el mundo que sólo acepta sus propuestas “que han demostrado ser exitosas”. O sea, el ajuste para el pueblo, la entrega del patrimonio argentino y la sumisión e indefensión nacional. O el oneroso Acuerdo UNIÓN EUROPEA-MERCOSUR, o el que piensa realizar con EEUU. O la política de conciliación con los ingleses, facilitando la ocupación colonial de Malvinas, rayana en traición a la Patria.

Lo que el Presidente Macri llama “los mercados” son, en realidad, el capital financiero, los timberos de las bolsas, los de la bicicleta financiera.

Esos capitales golondrinas que traen dólares a corto plazo, compran pesos, los ponen a intereses de 60 o 70%, cobran en días la ganancia, y vuelven a dólares que el Estado les mantiene a valor estable. Los Bancos reciben depósitos en pesos, compran Leliqs y el Estado les paga intereses del 70 % a 7 días. Esos Bancos les pagan a los depositantes intereses mucho menores. Todas son formas de especulación que permite a Bancos y Capitales de la timba financiera que hagan millones a corto plazo, sin trabajar y sin producir.

Originariamente, hace siglos, los bancos recibían dinero en depósito, pagaban un interés a los depositantes y lo prestaban a un interés mayor a quienes lo necesitaban para hacer una actividad productiva. El interés que pagaba el productor debía ser menor al que obtenía como ganancia, sino no podía haber producción.

Pero, ¿qué es lo que pasa en nuestro país? Todo lo contrario.

¿Qué actividad productiva puede obtener ganancias superiores a intereses del 70%?.

Entonces las Pymes, que ocupan el 70% de la mano de obra, se funden. Esto se agravó el lunes negro, porque una Pyme recibía una materia prima con una factura en dólares, a cotización del día de pago. Esa PYME recibió, por ejemplo, una factura en dólares a $46 el viernes 9 de agosto. Pero el martes ya debía esos dólares a cotización de $60. Imposibles de pagar.

Y esto se multiplica, porque muchos insumos se cotizan en dólares. Así las pequeñas imprentas no editarán, las panaderías no harán pan. Un productor de cierres para ropa, afirma que paró la producción porque no tiene como seguir.

Resultado: desocupación y quiebra de PYMES y pequeños comercios. Al día de hoy, martes 13 de agosto de 2019, los medicamentos aumentan. Las tarifas dolarizadas aumentarán consecuentemente. Y el pueblo vivirá peor.

Los sueldos y jubilaciones recibieron otro hachazo. Se pronostica una inflación que no bajará de 4% mensual. No menos del 55% anual.

De un día para otro aumentó el número de pobres, superando con creces el 35%.

Ese es el proyecto de Macri “que aceptan los mercados”.

“¿Cómo es que el pueblo no lo entiende?”, se pregunta, contrariado, el Presidente.

“Se los he explicado muchas veces”, pontifica, con la cara desencajada y una ira difícilmente disimulada

¿AMENAZAS Y PRESIONES?

Pero el Presidente Macri dice que su rumbo es lo que el “mundo serio” acepta “porque a ellos les fue exitoso”.

Dice bien, “a ellos”. Y ellos son las potencias que oprimen a pueblos, países y naciones. Y eso se traduce en nuestros países en miseria, hambre, desocupación. Pobreza. Niños con hambre.

Lo curioso de este particular lunes negro, es que el viernes anterior a las elecciones, medios oficiales dijeron que “los mercados” habían votado a favor de Macri. El dólar era estable. Todo era paz. Y el lunes, después del fenomenal cachetazo electoral que recibió el gobierno, se desestabilizó todo.

El dólar se disparó, el “riesgo país” se disparó. Algunos medios periodísticos sugirieron una inacción voluntaria del gobierno.

Lo cierto es que antes del discurso del Presidente Macri, el presidente de Brasil Bolsonaro realizó con sus declaraciones una nueva injerencia en los asuntos internos de nuestro país.

Bolsonaro dijo: «Y no queremos eso: hermanos argentinos huyendo para acá, teniendo en vista lo malo que debe concretarse por allá en caso de que las elecciones realizadas ayer se confirmen ahora en el mes de octubre».

Estas declaraciones siguieron a otras injerencias del propio Bolsonaro, del presidente de Colombia y del propio FMI, apoyando a Macri.

¿Deberemos entender que las palabras de Bolsonaro, del presidente de Colombia, del FMI, y el “reto al pueblo” del Presidente Macri son, en realidad, amenazas?

¿Deberemos, tal vez, entender que son veladas amenazas del jefe estratégico de todos ellos, Donald Trump, diciendo que, si se sigue un camino de independencia nacional y de cumplimiento de los derechos del pueblo, habrá más lunes negros o cosas peores?

¿Amenazan con un castigo infinito?

NO HAY QUE BAJAR LA GUARDIA

De la mano de sus padrinos y socios, el Presidente Macri deja que suba el dólar y demás medidas de un “golpe de mercado”.

Las elecciones en la Argentina, por ser un país dependiente de varios imperialismos, y rapiñado por ellos, tienen gran importancia en América Latina y el mundo.

Trump quiere convertir a América Latina en lo que fue en otros tiempos: el patio trasero yanqui. Disputa con los imperialismos chino y ruso que defienden las posiciones ganadas en Latinoamérica, y en la Argentina.

Estados Unidos y China están en una guerra comercial. China devaluó su moneda. Trump la acusó de manipuladora, le puso impuestos a las importaciones que vengan de ese país y cerró el ingreso de importaciones agrarias. Y China cerró la importación de productos agrarios yanquis. Estados Unidos amenaza a Venezuela, y Rusia y China defienden sus inversiones en ese país. Gran Bretaña puso fecha a su salida de la Unión Europea. En medio de estas peleas surge el temor de que lleven a una crisis económica mundial.

Macri endeudó a la Argentina hasta hacer impagable esa deuda, y profundizó la crisis social y económica creando un verdadero infierno para el pueblo y un desastre para la producción nacional. Lo hizo de la mano del presidente yanqui, Trump, y el FMI, que invirtieron 45.000 millones de dólares, hasta ahora, apoyando a Macri y su reelección. A cambio, Macri, entre otras cosas, debe imponer la reforma laboral y darle otro hachazo a las jubilaciones.

En momentos de escribir estas líneas, medios televisivos hablan de un préstamo de EEUU para cubrir las LELIQS. Si esto es cierto, significará que se sigue hipotecando el país. “El mismo rumbo y más rápido” dijo el Presidente Macri.

Si esto ocurre, no será gratis. El préstamo del FMI y este nuevo, si se realiza, serán cobrados con la sangre, el sudor y las lágrimas de los argentinos.

LA VOZ DEL PUEBLO DE HIZO OÍR: VOX POPULI, VOX DEI

La paliza a Macri en esta primera batalla electoral, es un triunfo del pueblo, y un duro golpe al proyecto presidencial, a los bancos, monopolios y latifundistas que manejan el poder, y a sus padrinos: Trump y el FMI, entre otros. Ese triunfo creó mejores condiciones para la protesta del pueblo y para avanzar en los derechos del pueblo y de la Patria.

Las PASO mostraron una realidad que el oficialismo, ciertos medios afines y ciertas consultoras a sueldo se empeñaron en ocultar. En diciembre de 2017 los movimientos sociales conocidos como “LOS CAYETANOS” empantanaron los planes del Gobierno. Recién allí algunos descubrieron que había 2019. Hasta ese momento, se decía que había Macri hasta el 2027.

Las protestas y el descontento se extendieron desde entonces y se ampliaron con un dilatado sector del sindicalismo.

Pero en las PASO los resultados mostraron, además, el descontento de sectores de comerciantes pequeños y medianos, jubilados burlados muchas veces, profesionales, científicos, empresarios pequeños, PYMES, empresarios nacionales, etc. También militares que se sienten afines al camino trazado por los Generales Mosconi y Savio. Es más, aún en lugares donde Juntos por el Cambio creía ganar, perdió. La crisis de las economías regionales y de los productores del campo se hizo ver, en los verdurazos, en las calles y plazas, y ahora en los votos.

Sólo así se pudo llegar a esos resultados. La voz del pueblo se hizo oír. Vox populi, vox Dei.

LA PELEA SIGUE

La pelea sigue. Macri anunció que seguirá con su política. Dejó que el dólar subiera hasta $60 (lo que provocará más inflación), y cayó hasta un 65% el valor de las acciones de las empresas argentinas en el extranjero. Se abrió una situación que nadie sabe cómo va a terminar.

Macri pretende hacer responsable al Frente de Todos de la trepada del dólar, y deja que los banqueros y usureros embarren la cancha, para presentarse él como salvador: “Macri o el caos”, y tratando de dar vuelta el resultado en las elecciones de octubre.

Insiste en mostrar la realidad como una dualidad M versus K.

Sin embargo, hasta el periódico de los colonialistas ingleses, FINANCIAL TIMES, les deja claro a sus selectos lectores que “la conferencia de prensa que dio el Presidente el lunes asustó más a los mercados que el posible regreso de Cristina Kirchner al poder.”

Pero la oposición a este gobierno es otra cosa. Es una unidad de lo diverso que puede derrotarlo y abrir un nuevo camino, de defensa de la independencia nacional.

El pueblo castigó a la política macrista, tanto con la protesta callejera y en las fábricas, en las aulas y en los campos, como con el voto. Pero Macri anunció que va a continuar con ella. Por lo tanto, él y su gobierno son responsables de todo lo que suceda hasta el 10 de diciembre.

En momentos de escribir estas líneas, en ciertos medios sociales y en boca de periodistas veceros oficiosos del gobierno, se hablaba de un fraude… ¡realizado por la oposición!

El Presidente reconoció su derrota antes de que se difundiera ningún resultado. Como aquel ladrón que, después de robar, gritaba “al ladrón”, ahora habla de fraude de la oposición, cuando el control de los comicios estuvo en manos del ejecutivo.

Amenazas, posibles fraudes, y la probabilidad de provocaciones inventadas por los “servicios afines” hacen pensar que es prudente no bajar la guardia y mantenerse alertas.

Si el Presidente Macri es derrotado, se podrá abrir una nueva huella donde se encuentren los que quieren que se cumpla el Acta de nuestra Independencia:


“INDEPENDIENTES DE TODA DOMINACIÓN EXTRANJERA”.