BOCA vs. RIVER: LA EXCUSA

Por Miguel Ángel De Renzis

Si preguntáramos en una encuesta cuál es el deporte nacional, la mayoría del pueblo argentino se equivocaría, porque dirían sin ninguna duda, que es el futbol. Sin embargo, el deporte nacional es el pato. Así lo demostró un trabajo de investigación del ya desaparecido periodista deportivo Luis Garcia Del Soto. Pero que el futbol es una pasión, no tiene ninguna discusión.

Desde que comenzó el profesionalismo ha servido para muchas cosas. Entre ellas, como en el circo romano, para entretener y desviar la atención.Todo empezó a cambiar después del primer golpe de estado que volteó al gobierno de Yrigoyen y que hizo que el 31 de mayo de 1931, en plena dictadura de Uriburu, naciera el profesionalismo.

Hasta esa época existía el llamado “amateurismo marrón”, donde con distintas excusas circulaba algún dinero o alguna prebenda para los mejores jugadores, pero la asociación amateur tomó una decisión de que ningún jugador podía vestir la casaca de otro club si no lo autorizaba el club de origen, que a su vez exigía dos años jugando en el que le había permitido debutar en primera.

Esto trajo una huelga el 10 de abril de 1931 y en plena dictadura los jugadores pidieron libertad de trabajo y remuneraciones. Los clubes de mayor arraigo estaban al frente de la huelga. Y terminaron formando la Liga Profesional. Estos fueron Boca, Racing, River, Huracán, Independiente, San Lorenzo, Estudiantes, Gimnasia, Platense, Velez, Chacarita, Quilmes, Lanus, Tigre, Atlanta, Ferro, Argentinos Juniors y Talleres de Remedios de Escalada. Nacía el futbol profesional y con ello, la injerencia de la política nacional.

El 31 de noviembre de 1934 la Liga Profesional y la Asociación Amateur se fusionan y nace la A.F.A. El primer partido de la era profesional lo juegan Boca y Chacarita Junior.El periodista Juan José Lujambio, que se dedicó a las estadísticas, fue el primero que negó que Boca y River fuese el clásico de los clásicos, porque en realidad el primer clásico del futbol argentino es el de Racing – River, cuando ambos militaban en la tercera categoría.El primer partido se jugó en el viejo estadio de River en la Boca, el 22 de abril de 1906. Ganó Racing 3 a 1. Y en la revancha también ganó la Academia, 3 a 2.

En ese campeonato Racing terminó tercero y River penúltimo. El primero en primera división se jugó en 1911 y River ganó 7 a 0. Ese dia el arquero de Racing Alfredo Lamoure se enojó con un fallo del arbitraje, se sacó el buzo, lo colgó en el travesaño y se retiró de la cancha, dejando a Racing con 10 jugadores y sin arquero. Y tuvo que poner a Alberto Ohaco, delantero, al arco. Por lo tanto, el clásico más viejo del futbol argentino es de 1906, protagonizado por River, fundado en 1901, y por Racing, de 1903.Con estos datos, Juan José Lujambio bautizó a Boca – River como el “superclásico”, quedando Racing – River como el “clásico de los clásicos”.

El primer Boca – River se jugó en la cancha de Racing y fue en 1913 ganando River 2 a 1, y hasta 1918 Boca perdió todos los partidos con River. Gobernaba la Argentina Roque Saenz Peña. La política siempre usó al futbol y el recuerdo más fresco es cómo construyó su carrera hasta llegar a la presidencia de la Nación desde Boca, Mauricio Macri. Pero no fue el único.

Otro presidente de Boca, Alberto J. Armando, fue candidato a gobernador el 11 de marzo de 1973 por la formula oficialista de la dictadura de Lanusse, que formaba la Alianza Federal Republicana, y que llevaba de candidato a presidente al Brigadier Ezequiel Martinez, y candidato a vice, al bloquista de San Juan, Leopoldo Bravo.

También hubo un tiempo en que el partido comunista, en una alianza con los radicales, colocó en la presidencia de Boca a Antonio Alegre, y como representando al PC al banquero Carlos Heller, hoy diputado del Frente de Todos. Por ese entonces, en Independiente otro hombre del PC, el escribano Fernández Arzoaga era vicepresidente del club, y lo mismo sucedía en River, donde el vicepresidente era Máximo Sabat.

Volviendo al uso de la política, en plena época de Perón, Racing logró tres campeonatos seguidos, hecho que ocurría por primera vez en el profesionalismo, mientras el presidente del club era Ramón Cereijo, ministro de Hacienda de Perón. La contra de la Academia lo llamaba «Sportivo Cereijo».

En época de Alfonsín el titular del club de Avellaneda fue Otero, responsable de deportes de la Nación. También en aquella época Atilio Renzi, que manejaba la entrega de viviendas de la Fundación Eva Perón, presidía Ferrocarril Oeste, y Valentín Suarez, vinculado también a Evita, llegó a manejar Banfield y la AFA, en otros tiempos.

El ultimo golpe contra un gobierno peronista de 1976 produjo un impacto en la AFA cuando el 29 de marzo a la tarde el entonces presidente de River, Aragon Cabrera, recibió la visita inesperada de una patota de la Marina, que acompañaba al vicealmirante Lacoste, quien, en el despacho presidencial de AFA y poniendo su arma arriba del escritorio, le dijo al asustado Aragon Cabrera: “El 1° de abril quiero la renuncia de todo el comité ejecutivo”. Massera ya le había echado el ojo a la organización del Mundial que el gobierno peronista había conseguido para el 78.Cuando el Ejército avanzó sobre el EAM y nombraron al general Actis al frente del ente organizador. El militar fue asesinado echándole la culpa a Montoneros cuando en realidad era una pelea de armas para apoderarse del manejo de la organización.

En su reemplazo nombraron al general Merlo, pero Lacoste se quedó con el manejo real. Se robó todo y nunca presentó balance. Durante el gobierno peronista el vicepresidente de Boca también era presidente de AFA. Estamos hablando del escribano Fernando Mitjans a quien, luego del fallecimiento de Perón, el presidente de Nueva Chicago y secretario de la AFA, Paulino Niembro lo obligó a renunciar, porque el vandorismo, antes del golpe, pretendía manejar la organización del Mundial. A cargo de la AFA estaba Bracutto, pero el que manejaba todo era Paulino Niembro, dirigente de la UOM.

Hablando de los sindicalistas, no se quedaron atrás en el manejo del futbol. El caso de los Moyano en Independiente no es el único en este momento. Héctor Daer, secretario general de la CGT, es asambleísta de Huracán. Hugo Bellón es el flamante presidente de Nueva Chicago y secretario de organización de ATE Capital. Sergio Palazzo, titular de La Bancaria, futuro heredero de la presidencia de Independiente. El dirigente de Televisión, el «Chavo» Arreceysor, quien se va a quedar a cargo de San Lorenzo de Almagro ante la renuncia de Tinelli y el regreso del socialista y actual ministro de Turismo y Deportes, Matias Lammens. También el intento de Plaini, el sindicalista de Canillitas, que quiso participar en la interna del Club Los Andes, pero el actual presidente, otro sindicalista, Victor Grossi, lo impugnó por no ajustarse al estatuto.

En época del menemismo Luis Barrionuevo presidía Chacarita y llevó más de una vez a sentarse en los tablones al presidente Menem. O el caso de Zanola, cuando siendo secretario general de la Asociación Bancaria, fue presidente de Huracán.

Para demostrar la influencia de la política solo basta nombrar algunos de los funcionarios de Macri tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la presidencia de la Nación, sacados del futbol. El vocal de Boca, Andres Ibarra, fue ministro. El vicepresidente del Club, Oscar Mascardiello, legislador del PRO. Otro vocal, Carlos Stornelli, fiscal general “todo servicio”. Otro integrante de la vocalía de Boca, Jorge Paredes, intendente de Mar Chiquita. Enzo Pagani, vocal de Boca, presidente de la Magistratura de la Ciudad. El radical Daniel Angelici, también presidente del club, fue un activo organizador de la mesa judicial. Y el representante de jugadores, Gustavo Arribas, titular de la Inteligencia del país.

River también aportó lo suyo al gobierno amarillo. Fernando De Andreis, asambleísta, fue el secretario general de la presidencia de la Nación. Eugenio Burzaco, dirigente de River, secretario de Seguridad. Agustin Forchieri y Jorge Acevedo, asambleístas de River y legisladores de la Ciudad. También Lanús tuvo a Horacio D’Angelo, dirigente gremial de la UOCRA, antes del golpe de estado, con influencias en AFA. El ex presidente Gonzalez de la Democracia Cristiana o el actual, Russo, del Frente Renovador de Massa.

En pleno proceso militar el general Trimarco fue presidente de Velez. El presidente del Circulo de Suboficiales del Ejército, Prospero Cónsoli, fue presidente de Argentinos Juniors. Y en la reserva del club jugaba el hijo de Suarez Mason. Pero quizás el caso más destacado del Proceso sea el del doctor Julio Ernesto Casanello afiliado a la UCR, que siendo presidente de Quilmes, logró el primer campeonato en Primera para ese club en 1978 y en el 79 encabezó la delegación del seleccionado juvenil que en Tokyo se clasificó campeón mundial.

Aquel día, Tito Junco, cruzó al general Videla con el doctor Casanello por Radio Rivadavia, en las transmisiones de Muñoz, y después de cruzarse halagos, Casanello se transformó en el Intendente de Quilmes, siendo el 310 de los que los radicales pusieron en todo el país al servicio del Proceso.

Como sería interminable, al igual que un Boca-River, lo cortamos aquí. Pero el futbol llevó a millones de personas a festejar el Mundial 78 de un futbol super profesional que nació durante la primer dictadura.

Boca, River y la pelota son una excusa para nuestra pasión. El futbol sirve, como en el circo romano, para tapar otras cosas.La seguimos el lunes a las seis, por AM 650 Radio Belgrano.