El primer paro de la CGT fue por 48 horas los días 7 y 8 de enero de 1936, cuando Agustín Pedro Justo presidía la Argentina.
Un día después del 17 de octubre de 1945, el 18, se paraliza el país pidiendo la libertad del Coronel Perón.
Después del golpe de estado pro británico de septiembre de 1955, y en plena dictadura de la fusiladora, la CGT decretó el 14 de noviembre de 1955, un paro de 24 hora
Por ese entonces, de la mano de Raúl Prebisch y como ministro de economía el radical Eugenio Blanco, nos hacíamos socios del Fondo Monetario Internacional.
Cuando asumió Arturo Frondizi, el 10 de octubre de 1958, las 62 Organizaciones Peronistas hicieron un paro de 48 horas, pidiendo la normalización sindical y el rechazo a la política económica y social. Como no hubo respuestas, el 23 y 24 de septiembre de 1959 otra vez las 62 Organizaciones paralizaron de forma total la Argentina.
Ya como socios del FMI y cumpliendo con el ajuste pedido por ellos, la CGT hizo un paro de 72 horas los días 7, 8 y 9 de noviembre de 1961. Se acercaba el fin del gobierno de Frondizi.
El 31 de mayo de 1963 hubo otro paro de la CGT de 24 horas con alto acatamiento, cuando estaba a cargo del país José María Guido.
Con el gobierno de Arturo Umberto Illia se efectuaron planes de lucha con ocupación y tomas de fábricas durante el año 1964. La falta de respuestas produjo un paro total de la CGT por 24 horas el 7 de junio de 1966.
Apareció la dictadura de la Revolución Argentina y el 1º de marzo de 1967 la Central le paralizó el país a Juan Carlos Onganía, aunque de forma parcial.
El 30 de mayo de 1969 la CGT de Azopardo y la de los Argentinos le hicieron un paro total a la dictadura.
Las Fuerzas Armadas reemplazaron a Onganía por Roberto M. Levingston, y con un acatamiento total el país se paralizó por 36 horas los días 12 y 13 de noviembre de 1970. Se hizo cargo del gobierno el dictador Alejandro Agustín Lanusse.
El 29 de septiembre de 1971 se hizo el primer paro con alto acatamiento. El 29 de febrero y el 1º de marzo de 1972 el paro fue por 48 horas, y esta vez, total.
El tercer paro por 24 horas se decretó con el regreso de Perón el 17 de noviembre de 1972.
Después del fallecimiento del líder, el 27 de junio de 1975 la CGT hizo un paro por 8 horas con movilización a la Plaza de Mayo, en rechazo al rodrigazo
El 7 y 8 de julio de 1975 un paro de 48 horas a Isabel Perón, pidiendo la salida de Rodrigo y López Rega, y pidiendo aumento de salarios de hasta un 100%.
Con la dictadura de Videla la Comisión de los 25, en forma clandestina, hizo un paro de 24 horas con acatamiento dispar.
El 22 de julio de 1981, la CGT Brasil, clandestina, dispuso un paro de 24 horas con acatamiento parcial. Después le realizó dos más a Videla el 30 de marzo de 1982 y el 22 de septiembre, con movilización a la Plaza de Mayo, con alto acatamiento.
A Bignone, el liquidador del Proceso, le hicieron dos paros de 24 horas la CGT Azopardo y la CGT Brasil clandestina, el 6 de diciembre de 1982 y el 28 de marzo de 1983.
Este raconto hasta volver a la democracia, demuestra que los planes económicos y sociales de los distintos gobiernos produjeron infinidad de situaciones de conflicto.
Mañana es el paro nº 42 desde Alfonsín a Macri, pasando sin excepción por todos los gobiernos, cantaran o no la “marchita”, en una demostración que no es cierto que solo se les paró a los gobiernos no peronistas.
Alfonsín con 13 paros se fue con una hiperinflación insostenible, donde los precios cambiaban por horas. A Carlos Saul Menem se le hicieron 9 paros. A Fernando De la Rua, 10 paros. A Eduardo Duhalde, 2. A Néstor Kirchner, 1. A Cristina Fernández, 3. A Macri, mañana, será el tercero.
Según el gobierno, mañana se perderán más de 15.000 millones de pesos. Si los multiplicamos por todas las huelgas, paros y planes de lucha, caeríamos en la cuenta del horror de las administracione
El trabajador no para porque se le ocurre. Para como autodefensa. Pero en ninguna parte del mundo los paros tienen la contundencia de la Argentina.
Desde la fundación de la CGT hasta la aparición de Perón hubo un solo paro.
Desde la caída de Perón, hasta el regreso, se multiplicaron los conflictos. Y durante sus diez años de gobierno no hubo un solo paro de la CGT. La pregunta es entonces, por qué.
Durante el primer gobierno de Cristina tampoco hubo ningún paro. La pregunta es por qué.
Cuando el que menos tiene recibe, trabaja feliz y con sueños. Cuando al que menos tiene se le aplican tarifazos y desconsideracio
A Macri se le puede hablar en presente, diciéndole “yo paro”. Y se le puede recordar con la historia del sindicalismo argentino que el verbo indicativo en su pretérito imperfecto, lo define como “yo paraba”. Si el presidente quiere se lo podemos decir en pretérito perfecto “he parado”. O quizás en el pluscuamperfect
El verbo parar tiene en el rico castellano dieciocho sinónimos, y se lo podemos recitar en todos los modos y en todos los tiempos, como pretérito anterior, “yo hube parado”.
Pero en realidad, el futuro será el verbo más recitado si no se cambia de política, donde se diga “yo pararé”, o si Macri prefiere, un futuro perfecto, “habré parado”.
Sin embargo, como periodista, me debo resignar al condicional, “yo pararía”, pero no puedo, no debo, porque mañana a las 6 tengo que contarle a usted y por suerte a miles de oyentes, el más contundente paro de los últimos años.
Por la política económica que produjo la mayor transferencia de los que menos tienen a los que más tienen, por el saqueo a los jubilados, por el endeudador Luis Caputo y el inflacionario Nicolás Dujovne, por el ministro de Trabajo, que no homologa los aumentos de la realidad, por los pactos de entrega de la soberanía del Ministerio de Relaciones exteriores, por el veto presidencial a las leyes del pueblo, por la mentira constante del gobierno de los globos.
Se conjugue en el tiempo y el modo que fuere todo indica que el culpable se llama Mauricio Macri Blanco Villegas, el que conoce a los pobres por referencia y el que se dio un baño popular como presidente de Boca, pero que reformó el estatuto para que solo sean candidatos los de posición económica elevada.
Macri lo hizo. Mañana perderemos más de 15.000 millones de pesos. Por la soberbia, por el ninguneo a los dirigentes sindicales, por engañar al pueblo suponiendo que como país emergente viviremos mejor. Mañana habrá un paro contundente, y por eso tengo que usar el verbo condicional, yo pararía, pero debo trabajar para contárselos.
Hasta mañana a las 6, por AM 650 Radio Belgrano.
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