Los manotazos de los grandes grupos económicos sobre el gabinete de Milei y la presión para sacar la riqueza del país abrió un debate en el seno del pueblo que busca una decisión soberana y nacional para su futuro.
La Argentina que viene se manifiesta en algunos signos del armado del gabinete de Javier Milei que todavía no terminamos sabiendo cómo será.
Se ha criticado y mucho el loteo de Alberto Fernández, que era de corrientes políticas internas. Sin embargo, el de ahora es un loteo de manotazos de los grandes grupos alrededor del gabinete que viene.
Cada uno está agarrando una porción y se están repartiendo una Argentina que tiene riquezas inmensas y un pueblo laborioso que va a producir más riquezas.
En ese marco, vemos que se estaría entregando YPF a Techint. Estamos hablando de lo que puede ser una de las reservas productivas más grandes que ocupa todo el subsuelo de Neuquén.
Para romper esa roca se necesita roturar a 3000 metros de profundidad y para eso se necesitan los caños sin costuras de Dálmine Siderca, el mejor productor del mundo, propiedad de Techint.
Ese combo de Vaca Muerta y Techint dirigiendo YPF es poderosísimo en la economía. Este «negocio» enfureció a Mauricio Macri que lo quería para él y entendía que formaba parte del «Pacto de Acassuso».
Eso tenía un nombre y apellido que era Javier Iguacel, pero entró Techint a los codazos porque se metió en la candidatura de Milei en los últimos 10 días.
El otro tema es que un intermediario de las finanzas internacionales como Luis “Toto” Caputo va a ser ministro de Economía.
Así que habrá que agarrarse porque Caputo es peligrosísimo. Caputo no tiene buenas condiciones para enfrentar el tema de las Leliqs porque él tiene la fórmula de un gran endeudamiento de comienzo como hizo con Macri, pero eso no anduvo y tampoco anduvo la primera idea de Ocampo para el Banco Central.
Los banqueros ya se presentaron y le hicieron un principio de corrida porque la semana pasada no se renovaron las Leliqs y el Banco Central tuvo que aceptar la devolución de 3 billones que las neutralizó con pases diarios.
Eso dura unas semanas y nada más. Esa es una bomba a punto de estallar. Con esto va a tener que bailar Caputo y seguro que nos va a madrugar con un desastre.
Otra cuestión es la de las grandes industrias. Renault en Córdoba acaba de borrar un turno entero de 450 operarios. ¿Qué dice la empresa? «nosotros tenemos deuda con nuestra casa matriz porque no nos dejaron cancelar las importaciones».
Fortín de Piedra, de Tecpetrol, el brazo petrolero de Techint.
La industria automotriz tiene 7 mil millones de dólares para cancelar. Esa es la forma en que remiten utilidades a sus casas matrices porque acá se fabrica lo más barato y se importa lo más caro. Esta es una de las raíces de nuestra dependencia industrial y es uno de los temas a cortar.
En Argentina se importaron autopartes por 7500 millones de dólares y los autopartistas importaron solo 1500 millones de dólares y exportaron por más de mil millones de dólares, es decir que está casi compensada.
El 80% de las importaciones la hacen las terminales con el mecanismo ya explicado y de ahí viene el endeudamiento. Van a presionar para liberar y remitir los dólares. Cuando Caputo endeude al Tesoro y al Banco Central será para que las terminales remitan los dólares a sus casas matrices.
La forma de llevarse la riqueza de Argentina es sacarla en dólares y es por eso que no hay dólares.
Eso no se resuelve con la idea de Milei de dolarizar. Tiene que existir una decisión soberana y nacional de impedir la remisión de utilidades, para lo cual debe haber un desarrollo autónomo de la industria.
Todo este panorama indica que la Argentina entró en un estado de deliberación que son ilusos si creen que se va a parar porque hay un gran estado deliberativo en el pueblo.
Hay una parte del pueblo que votó equivocada porque no quería seguir como estaba, pero se equivocó para dónde es el cambio. Hay que discutir eso.
Más artículos relacionados
Un militar en el gabinete de La Libertad Avanza
Senado: La comisión de Asuntos Constitucionales rechazó el pliego de Lorena Villaverde
El pequeño J y Espert